Al inicio es un leve fastidio en la rodilla que, lenta pero progresivamente, se agrava hasta provocar hinchazón, derrame articulatorio y progresivo bloqueo de la funcionalidad, causando una serie de limitaciones para el desenvolvimiento de la vida cotidiana. La osteocondrosis, enfermedad “disimulada” que afecta sobre todo los huesos que forman una articulación cartilaginosa (rodilla, cadera, codo, astrágalo), hace un pacto doloroso con deportistas y con cuantos están ocupados en actividades laborales pesadas, obligados a ver fuertemente reducidos sus movimientos.
Aunque es típica de la edad evolutiva, en la que se desarrolla por la intensa actividad de osificación, no perdona pero ni a los adultos: lo saben bien los atletas, amateurs o agonistas, que se confían de la rodilla y la esfuerzan continuamente tanto entrenándose como participando en competiciones. De hecho, los traumas repetidos no juegan a beneficio de su aparición como lo confirman, por ejemplo, corredores y maratonistas que no es raro que tengan que ver con la osteocondrosis.
“Tengo 51 años, soy una vendedora y una amante de las carreras que se encontró con las rodillas incapaces de mantenerla e imposibilitada para entrenarse en vista del Maratón de Nueva York, un sueño con el que quería festejar los 50 años. Me dirigí a ortopédicos y especialistas cuyo diagnóstico fue claro: osteocondrosis de la rodilla, mejor evitar correr e incluso caminatas largas”, explica M.F.
Una ducha fría para la deportista, fruto de un diagnóstico escrupuloso que, en el caso de la patología, usualmente prevé el análisis de la movilidad articular, la resonancia magnética, examen basilar para comprender el estadio, la radiografía de la rodilla, la ultrasonometria y, si es necesario, la TAC. No obstante la parada recomendada, Manuela no renuncia y, seguida por un fisioterapista, define una terapia conservadora dirigida que incluye sesiones de laserterapia. La terapia láser, de hecho, además de actuar rápidamente en el dolor y la inflamación, reduciéndolos, permite una mejoría evidente de la funcionalidad de la articulación ya después de un número limitado de aplicaciones. Combinada a un entrenamiento constante pero progresivo permite luego recuperar la condición física para así poder regresar a las actividades cotidianas sin sufrir.
“Fui sometida a un ciclo de HIRO TT, una estrategia terapéutica que se basa en el intercambio térmico y que permite una intervención precoz también en las patologías más agudas como traumas, lesiones musculares y contusiones. Gracias a esta laserterapia pude continuar con seguridad los entrenamientos útiles para enfrentar mi reto, notando, al final de cada entrenamiento, solo los dolores musculares “normales” que todo deportista siente, mientras que en las rodillas no se presentaba ningún problema”.
Pasión, compromiso y laserterapia llevaron a M.F. a lograr hacer todo el Maratón sin tener dificultad de recuperación en los días siguientes.
