“En 30 años he desempeñado dos funciones diferentes pero relacionadas entre sí: Director Técnico durante los primeros 15 años y hoy Director de Calidad y Reglamentación. Es imposible decir cuál de las dos responde más a mi naturaleza, porque para cada una he tenido y tengo un interés concreto que me ha llevado a querer profundizar en determinados temas tanto por interés personal como por necesidad profesional. Seguramente, el diseño de equipos estimuló mi lado más creativo”.
Creatividad que ha dado paso a la racionalidad, el rigor y la concreción en el papel que Forestan desempeña en la actualidad y que le ha llevado a ser uno de los artífices de la obtención de la certificación MDR de la UE. Un certificado que, como él dice,
“para una empresa como la nuestra es imprescindible. Para poder vender dispositivos médicos en Europa, es imprescindible que un organismo tercero valide sus características, especialmente en términos de seguridad, funcionalidad y rendimiento. En eso consiste la certificación MDR de la UE y, en comparación con la directiva anterior, representa un cambio radical. De hecho, los parámetros en los que se basa son mucho más estrictos y la gestión que requiere también está más estructurada”.
Sin embargo, para ASA el impacto de las actividades para conseguirlo fue
“mucho menos abrumador que en otras realidades. En muchas de las acciones que se nos pedían, la empresa ya estaba alineada desde hacía tiempo. Los restantes, sin embargo, ya estaban en el radar y era cuestión de acelerar los tiempos. El trabajo en equipo también fue determinante para alcanzar este resultado”.